Pieza: Conjunto de boda de mujer C. 1900
Lugar de origen: Valencia de Don Juan
Cronología: Finales del siglo XIX principios del siglo XX
Conservado en: MITLE Museo de la Indumentaria Tradicional Leonesa
Con la llegada de la década de 1890 desaparece el polisón. La moda busca una silueta más natural, coincidiendo con la época del modernismo y la Belle Époque. Se busca la llamada “Silueta en S”, que se conseguía mediante el uso del “corsé anatómico y científico” que respetaba la forma del cuerpo femenino, elevando el pecho y los hombros y manteniendo la forma de la columna en la zona de las lumbares, proyectando el busto hacia delante y las caderas hacia atrás.
A diferencia de la moda anterior, la falda se ajustaba a las caderas de la mujer, cayendo de forma acampanada hacia los pies, y normalmente llevaba algo de cola. Esta serie de curvas y contracurvas, tan características del arte modernista, creaban en la mujer una silueta exquisita, mostrando mucho mejor la forma real del cuerpo femenino.
En esta época se generaliza el uso de los trajes de chaqueta y falda larga, el conocido como traje sastre. Se busca simplicidad en la ropa de uso diario, estableciéndose el uso de camisas o chambras de tejidos diferentes a los de la falda, con una clara influencia de la confección masculina.
Sin embargo, esta sencillez del traje de uso diario contrasta con los vestidos de noche o de ceremonia, que se llenan de adornos, encajes y volantes, de la misma forma que los sombreros y otros complementos.
Estas modas parisinas fueron fielmente usadas por la aristocracia y la burguesía española. Son los tiempos finales de la Regencia de la Reina María Cristina de Habsburgo y los comienzos del reinado efectivo de su hijo Alfonso XIII.
Siguiendo esta silueta, la pieza que os mostramos es un conjunto de boda de raso de seda labrado, de color negro, con preciosos motivos florales, originario de Valencia de Don Juan. Está formado por un cuerpo de talle bajo, con cuello alto forrado en raso de seda blanco, pecho de paloma, mangas largas ajustadas a la muñeca, similares a las mangas obispo, pero con gran volumen en la zona posterior del antebrazo. Tiene decoración de pasamanería de lentejuelas negras. La falda, del mismo género, es recta por delante y por los lados, con más volumen en la parte trasera y con cola. Además de las dos piezas del conjunto, el museo conserva otra pieza de la misma familia realizada con el mismo tejido, que por su hechura sabemos que tuvo que realizarse una década después del traje de boda.
Como dato curioso para los coyantinos y coyantinas, la base del actual “Traje Típico” de Valencia de Don Juan son estos conjuntos de boda de finales del siglo XIX y primera década del siglo XX, pertenecientes a la burguesía de la localidad, que a finales de la década de 1930, se les añadieron una serie de complementos, como mantones, manteletas y mandiles, para crear el traje que conocemos en la actualidad.
Lo más interesante del conjunto que hoy os presentamos es que se trata de un diseño elaborado por una casa de modas de León. Sabemos quién lo realizó gracias a que conserva en su interior la etiqueta de la casa de modas, “Lupercia de la Parra Moda León”. Probablemente se trate de una de las primeras mujeres al frente de su propio negocio de moda en la provincia de León y que etiquetó sus creaciones. Lo más normal era que estas casas estuvieran regentadas por hombres. Este es probablemente el elemento que mas información nos aporta y del que en un futuro esperamos poder investigar un poco más. Si queréis ayudarnos a continuación os dejamos una foto de la etiqueta. Si tenéis o encontráis alguna información de esta pionera, Lupercia de la Parra, poneros en contacto con nosotros.