La residencia Virgen de Loreto de Valencia de Don Juan celebra sus 30 años de vida. El centro coyantino celebra durante estos días su fiesta anual, este viernes en la inauguración de la celebración se organizó un homenaje al fundador de la residencia Salvador Valbuena.
Durante un emotivo acto residentes, familiares e invitados destacaron la labor realizada por el párroco Salvador Valbuena en las últimas décadas. Una dedicación que ha marcado “para siempre el futuro de Valencia de Don Juan” tal como se señala en la placa homenaje descubierta.
El acto contó con la asistencia de los dos obispos de la provincia. El obispo de León, Luis Ángel de las Heras, y el obispo de Astorga, Jesús Fernández González. También estuvieron presentes el alcalde coyantino, Ricardo Barrientos, y el teniente alcalde, José Jiménez, además de representantes sociales del municipio.
Este año como pregonero ejerció José Pedro Fernández Vázquez, el que fuera gerente de Atención Primaria durante la pandemia. Salvador Valbuena agradeció la ayuda recibida durante la pandemia, algo que propició que el centro y sus residentes evitaran sufrir el azote del Covid.
La celebración continuó con música y una jornada de encuentro en un ambiente festivo que se prolongará durante los próximos días en los que la residencia celebra su fiesta.
30 años de existencia
El germen de la residencia de Valencia de Don Juan comenzó en 1978 cuando Salvador Valbuena analizando la situación social de la parroquia llegó a la conclusión que uno de los problemas más frecuentes de los mayores es que vivían solos y sin nadie que les atendiera. Por ello, decidió construir una residencia de la tercera edad para acoger a estas personas para lo que empieza a buscar ubicación y financiación.
En aquel momento, Pedro Martínez Zárate dona a la parroquia un solar para su construcción. La primera piedra se puso el 24 de mayo de 1987. Comienza la construcción de la residencia con la colaboración de vecinos de Valencia de Don Juan y de la comarca, así como de Cáritas Diocesana de León. La Junta de Castilla y León, mediante subvenciones, aporta lo necesario para terminar las obras. Caja España subvenciona parte del equipamiento.
Después de 7 años de construcción se inaugura el 1 de octubre de 1994 con el nombre de Virgen de Loreto. En la primera noche durmieron 12 residentes, en marzo ya estaba llena con 71 residentes. Durante estos 30 años han pasada por la residencia 473 ancianos, alguno lleva desde el primer día, es Colás.