La cooperativa agraria palentina Agropal adquiere el silo coyantino y el Ayuntamiento se felicita por esta iniciativa empresarial que dará una segunda vida al inmueble como otro de los motores económicos de la localidad
El Ayuntamiento de Valencia de Don Juan venía utilizando el silo de la localidad como almacén de maquinaria y de materiales de obra desde el 29 mayo 2017, cuando en sesión plenaria aceptó el uso del silo en precario en las condiciones ofrecidas por el Ministerio de Agricultura, Medio Ambiente y Alimentación, en tanto se sustanciaba la posible enajenación del mismo.
El silo de Valencia de Don Juan entró en servicio en el año 1962, situándose en un estratégico solar entre la carretera de Santas Martas y la línea de vía estrecha del Tren Burra, para facilitar la carga y descarga. Fue construido por el SNT (Servicio Nacional del Trigo), que luego pasó a denominarse SENPA (Servicio Nacional de Productos Agrarios), y el de Valencia de Don Juan fue el de mayor tamaño de los 11 silos que llegaron a construirse en la provincia de León, con capacidad para 4.700 toneladas
Desde el Ayuntamiento se congratulan de que tras la venta el silo por parte del Ministerio este vaya a seguir conservando la función original para la que fue diseñado, recordando además que el mismo figura protegido en el PGOU de Valencia de Don Juan por lo que no puede ser estructuralmente modificado sin los oportunos permisos del Ayuntamiento, lo que supondrá que la empresa adjudicataria en la subasta pública no solo dará una segunda vida para el inmueble sino que también implicará nuevas acciones de mantenimiento que serán una garantía de conservación en un perfecto estado a futuro.
Las últimas actuaciones de obras que se realizaron en el inmueble fueron en el año 2002 por un importe de 200.000 euros que en su momento pagó la Junta, que por aquel entonces ostentaba la titularidad del mismo.
Hace quince días llegó una carta del Ministerio al Ayuntamiento invitando a devolver el 3 de noviembre las llaves del Silo a la Subdelegación del Gobierno para poder darle de nuevo una segunda vida relacionada con el objeto para el que fue construido.