Coyanza lloró ayer a la Sardina en el ya tradicional Entierro de la Sardina que organiza La Alegre Cofradía del Entierro de la Sardina. Tras un exitoso Carnaval en el que el buen tiempo acompañó un multitudinario desfile el sábado y en el que los más pequeños han podido disfrutar de talleres, juegos y su propia fiesta de disfraces tocó el turno de ‘llorar a la Sardina’.
El Funeral fue interpretado por una simpática comitiva fúnebre que desfiló por el centro de la ciudad coyantina. El cortejo fúnebre contó con las más altas autoridades, presidiendo la comitiva un sonriente Trump que ejerció de alcalde y que regaló sonrisas a todos los presentes mientras las lloronas lamentaban la triste ida del Carnaval. Las fuerzas del orden, autoridades civiles y religiosas completaron esta delirante comitiva que deleitó a todos los presentes con sus sarcásticas coplas.
El Entierro de la Sardina ha servido, un año más, de colofón al Carnaval que este año ha brillado por su colorido y originalidad de los grupos participantes en el Gran Desfile del sábado (que contó con un millar de participantes). Además, la programación organizada por el Ayuntamiento ha tenido un guiño especial para los más pequeños que han podido disfrutar de talleres, juegos y un desfile infantil con fiesta el pasado martes.