Valencia de Don Juan fue este miércoles escenario de un encuentro de medio centenar de niños saharauis que disfrutan del programa ‘Vacaciones en paz’ en la comarca. Los menores y sus familias de acogida tuvieron ocasión de disfrutar de una jornada de convivencia en el complejo polideportivo y piscinas municipales de la localidad coyantina.
El alcalde coyantino, Ricardo Barrientos, ejerció de en el acto en el que el gerente de Servicios Sociales, Carlos Raúl de Pablos, conoció de primera mano las impresiones de estos menores y sus familias de acogida. La visita contó con la participación de la directora general de Familias, Infancia y Atención a la Diversidad, Esperanza Vázquez, el delegado territorial de la Junta en León, Eduardo Diego y el gerente territorial de Servicios Sociales en León. Además, los acompañó la presidenta de la Unión de Asociaciones de Castilla y León Solidarias con el Pueblo Saharaui (UACYL-SAHARA) y el delegado saharaui en Castilla y León, Abdalahe Hamad Ahmed.
Además de intercambiar saludos con los niños, el gerente y el resto de las autoridades tomaron el té al modo tradicional saharaui: en una jaima instalada por una familia de la asociación de León, a quien ha prestado apoyo logístico el Ayuntamiento de Valencia de Don Juan. De Pablos ha hecho alusión no sólo al ya histórico programa ‘Vacaciones en Paz’, en el que siempre ha tenido una crucial participación la Junta de Castilla y León, sino también a la llegada de niños saharauis −y de otros países africanos− por tratamiento médico o a la iniciativa ‘Madrassa’, a través de la cual vienen menores para cursar estudios reglados.
Con esta iniciativa, los niños, que viven durante todo el año en pleno desierto, conviven en un entorno familiar nuevo. Los acogedores se encargan de hacer frente al alojamiento, la manutención y parte de la educación. Así, durante unas semanas evitan un clima extremadamente árido y caluroso y sortean las complejas circunstancias vitales de su vida cotidiana, conocen otra cultura y costumbres y establecen nuevas relaciones de amistad con niños españoles y un estrecho vínculo con las familias. Además, también acceden a una mejor alimentación y tienen la posibilidad de acudir a reconocimientos médicos, puesto que se pone a su disposición la red asistencial sanitaria de la Comunidad.