El libro, prologado por Rogelio Blanco, filósofo y pedagogo que consiguió que los Decreta fueran patrimonio de la humanidad por la UNESCO, fue presentado en la Casa de la Cultura
Fernández Chimeno, quien también es presidente de la Casa de León en Asturias, fue arropado por el alcalde Juan Pablo Regadera, quien puso en valor las actividades de estas casas en la difusión de la cultura, las costumbres, las tradiciones y la gastronomía como las leonesas
Este jueves José María Fernández Chimeno, escritor natural de Astorga y licenciado en Geografía e Historia y doctor en Historia del Arte por la UNED. presentó en la Casa de la Cultura de Valencia de Don Juan su libro Alfonso IX, el rey ciudadano, prologado por Rogelio Blanco, filósofo y pedagogo que consiguió que los Decreta fueran patrimonio de la humanidad por la UNESCO
El acto fue presentado por el alcalde de la localidad, Juan Pablo Regadera, quien destacó que Chimeno «es un profundo conocedor de la historia del Reino de León, sobre el que ha escrito una trilogía compuesta por los títulos ‘El maestro de la luz’, ‘Pedro de Dios el geómetra’ y ‘Mateo, el arquitecto del rey'» reseñando que «en estas obras los protagonistas son los maestros de obra que dieron forma a las grandes construcciones del reino leonés».
El al regidor coyantino puso en valor la figura de Fernández Chimeno “al que me une a él lo que une a tantos y tantos asturianos y leonesas y asturianas y leoneses a uno y a otro lado del Negrón: la casa de León en Asturias, de la que es presidente desde febrero de 2020”.
Regadera Rodríguez recordó que “en sus Fiestas Patronales en Honor a La Virgen del Camino y San Froilán tuve el honor de ser pregonero en 2021 y nuestra comarca, nuestros pendones y nuestros grupos de danza, el honor de desfilar en su día grande el pasado mes de octubre” ensalzando en este acto de la 41ª Semana Cultural “la importante labor de las Casas Regionales y Provinciales”.
Regadera Rodríguez, ensalzando las actividades que se realizan en las Casas Regionales y Provinciales, manifestó que “no solo son para los expatriados un abrigo y un punto de encuentro en la diáspora, sino que realizan una intensa labor de difusión de la cultura, las costumbres, las tradiciones y la gastronomía de sus regiones o provincias de origen allá donde se encuentran implantadas, convirtiéndose en verdaderas embajadas”.
