Valencia de Don Juan tiene tuvo un color especial. La localidad disfrutó ayer de la Feria Rociera, una iniciativa organizada por el Ayuntamiento coyantino y el Grupo Palazuelo. Como cada fin de semana, la ciudad ofrece una variada agenda llena de actividades que en esta ocasión tuvo como protagonistas a los caballos, los trajes de flamenca, el cante y el jolgorio rociero.

La romería en la que han participado cerca de treinta caballos sirvió de pistoletazo de salida de este evento que ha transformado el Jardín de los Patos en un inmenso tablao flamenco donde el cante y las sevillanas no paran de sonar. La parroquia de la localidad se quedó pequeña en la celebración de la misa rociera cantada por el Coro Rociero del Principado de Asturias.

Como no podía ser de otra manera, durante toda la mañana no han faltado, las sevillanas, la manzanilla y los faralaes. Además, ha tenido lugar una multitudinaria paellada que ha reunido a numerosos grupos de amigos y familias.

El alcalde coyantino, Juan Martínez Majo, acompañado de parte de los miembros de la corporación municipal han participado en este evento lleno de color y diversión.

Las actividades continuaron por la tarde con varios espectáculos de música y baile en directo, primero Alma Flamenca (18:00 horas) y después Los Varis (23:00 horas). Además, tuvo lugar un taller infantil a cargo de Mundo Mágico para los más pequeños. La fiesta y la música no pararon en toda la tarde en el día más flamenco de Coyanza.

El marco de la Feria estuvo completado por un pequeño mercado de productos artesanos y gastronómicos ubicados junto a las casetas.